Eres el suave aroma…
De esa flor que vibra con el viento.
El zumbido de la abeja en su panal,
La sal del mar que nutre la dulzura del agua,
La vieja nostalgia del viajero
Que piensa, urgente, en su regreso.
Eres esa canción de melodía celeste
Que se anida en el huérfano corazón
De aquellos navegantes de la noche
Que dieron sus manos al pasado
Para construir un presente promisorio…
Esperando un futuro sin retorno.
Eres, más que un ser, un pensamiento
Que hace posible un mundo nuevo…
Un ave que atraviesa los sargazos
Y describe con su vuelo otros sueños
Sin lamentar lo que el pasado fue
Y al presente se nos ató de nuevo…
Eres, más que un
siglo, un día,
Unas horas, más que la fracción del tiempo…
Un puente que une lo que se fue
Y vuelve a ser, entre nos, por lo que viene
Es todo el ser que
se escudó en mi pecho
Y creciendo se aproxima a un lejano puerto
Para dejarse florecer desde muy dentro…
¡ Y hay lamentos que se hacen cantos!
Autor: Dalit R. Escorcia Marchena.
Octubre 12 del 2015.