V
…está vestida de
rosa la delicadez de tu cuerpo,
él se amolda a
la forma de una flor que emerge,
que brota, de
los pétalos más tiernos. Y vigorosos
como un par de
volcanes, ardientes de lavas…
tus senos incitan mis deseos e invitan a mis
labios
a saborear el
néctar más sublime de los dioses…
…con la suavidad
de mis manos rozo esa rosa
y se eriza tu
piel abriendo los canales más secretos
de las profundidades
sagradas de tus espacios
donde con ansia
busco los bordes de tus labios
y dejo sumergir
mi lengua en el calor perenne
de ese nido que
atrapa sin compasión mi cuerpo.
Algo me dice que
son los pétalos más húmedos
que he rozado
con la yema de mis inquietos dedos.
Ahora levanto el
centro de mi cuerpo y me escapo
hacia el centro
del cáliz con el cabalgar de tu potro
y retorno al
borde de mis pensamientos eróticos
cual pequeño que
busca la ternura de esos senos.
Autor: Dalit Rafael Escorcia Marchena.
Enero 19 del 2016.
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