Y se encontró con la torpeza de mis ojos?
No tuvo respuestas para mis preguntas necias,
Sólo el dolor se anido en mi boca,
Y sólo tus besos aliviaron mis tormentos…
Ayer fui la mano que mitigo tu angustia,
Y hoy soy sólo
un apéndice, de ti, que te dice adiós
En este momento ínclito de nostalgia…
Y espigas de trigo que el viento azotó, somos tú y yo,
Reguero de granos esparcidos por el suelo
A la espera de las lluvias o el devorar de las aves…
Si las primeras llegan, germinaran, de si llegan las otras,
Volarán en medio tu suspirar… Espiga mía!
Autor: Dalit R. Escorcia Marchena
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