Después de tantos años de estar
trasegando por los caminos de la docencia… y de ver sus resultados en mí, en mis
discípulos y mis hijos, he llegado a la conclusión, sin temor a equívocos, que
es el único instrumento que tienen las clases desfavorecidas de estos países
Latinoamericanos, para alcanzar un condición digna de vida armónica con el
medio ambiente y toda la sociedad.
Pero también, he llegado al análisis,
que en sociedades tan mezquinas, producto de una cultura que ha desarrollado en
la gente la ambición y la envida, como las nuestras, hace escuela el refrán “no
hay cama para tanta gente”, según criterio de los que ostentan las diferentes
formas de poder; y ellos, que tampoco son tan caídos del zarzo, como decían
nuestros abuelos, saben realmente que las clases bajas bien educadas, ahora sí
con una educación de calidad, son capaces de alcanzar su autonomía y se han
dado a la tarea, además de hacer uso de la demagogia, de que ellos si quieren
que los niños de los estratos más bajos se eduquen, porque esto les representa
buena imagen, en el exterior, para el país que ellos gobiernan, y préstamos
a nivel internacional, porque están garantizando mano de obra cualificada para
los inversionistas.
Sin embargo, y conociendo bien a fondo el pensamiento de
Bolívar sobre la actitud de un pueblo ignorante, y frente a ese gran dilema, de
hacer competentes a los pobres para la producción, pero sin que se formen y
organicen para asumir en cualquier momento los destinos de su patria, comienzan
la tarea de asfixiar recortando la parte presupuestal, para que por ese lado el
sistema educativo comience a de caer en su verdadera intención y se convierta
en un remedo, donde sólo tendrán oportunidades unos pocos, que serían aquellos
que irían a formar parte de esa capa de mandos medios, unas cuñas que aprieten
bien al mismo palo, porque ellos no
quieren correr el riesgo de provocar movimientos como los que se dieron en la
Francia de los reyes y en la Rusia de los Zares.
Por lo tanto, se hace necesario
educar verdaderamente para el desarrollo del pensamiento crítico, pero
para ello, no esperemos que quienes ostentan las diferentes formas de poder, se
pongan la mano en el corazón y aporten a la educación… Esos empresarios de la
educación si saben lo que quieren y se sustentan en sus teóricos de cabecera
que han investigado años tras años para ir colocando palo en las ruedas del
desarrollo educativo de las clases sociales más bajas.
Y lo más triste, que estas clases
sociales bajas, los eligen para que sean administradores de los recursos de
todos… y de esta forma velen por invertir con equidad en cada sector social; y qué hacen, con toda la mala intención, se
hurtan los recursos del erario público… y surge la otra pregunta: qué pasaría
frente a esto, si la gente estuviera bien educada y consciente de lo que estos
villanos hacen con los recursos de todos? Les dejo ahí este interrogante, como parte de la conclusión de este breve
análisis, de una gran y complicada situación de la educación en nuestro país.